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Cáncer de garganta
Cáncer de garganta
El cáncer de garganta como tal no es una definición de enfermedad en el ámbito médico, sino una expresión utilizada con frecuencia para designar cualquier tipo de cáncer que se desarrolle en la parte posterior de la boca, la parte superior del esófago y la laringe. Los sitios donde se suele producir cáncer de garganta más a menudo son la laringe y la faringe, donde confluyen la parte superior del esófago y la glotis, y cuya porción inferior se conoce como hipofaringe.
Dado que la hipofaringe envuelve la laringe, cualquier tumor que se produzca en uno de estos órganos puede afectar al otro rápidamente. Por lo tanto, y a pesar de ser técnicamente distintos, a menudo se consideran de manera conjunta ya que su cuadro clínico y su tratamiento son similares. Si bien existen muchos tipos de cáncer de garganta raros, la mayor parte se inician en las células que recubren la garganta, denominadas células escamosas, en lo que se conoce como carcinoma de células escamosas o carcinoma epidermoide
¿Con qué frecuencia se produce?
En 2012 se diagnosticaron casi 300.000 casos nuevos de cáncer de laringe en todo el mundo, lo que lo convirtió en el decimotercer tipo de cáncer más diagnosticado en hombres. La incidencia de cáncer de hipofaringe es mucho menor. El número de casos de cáncer de garganta varía de modo considerable en función del país; sin embargo, de manera casi generalizada es mucho más frecuente en hombres que en mujeres. Ello refleja las diferencias en la exposición a los factores de riesgo que provocan este tipo de cáncer. El cáncer de garganta es más frecuente en personas mayores de 55 años de edad, aunque también las personas más jóvenes pueden desarrollar tumores en estas partes del cuerpo.
Factores de riesgo
Más de un 80% de los cánceres de garganta están causados por el consumo de tabaco y alcohol. Cuanto mayor es la exposición a estos factores de riesgo (tanto en cantidad como en duración), mayor es el riesgo de desarrollar cáncer. Aun así, no todas las personas que padecen cáncer de garganta tienen por qué fumar o beber de manera excesiva, ya que las anomalías genéticas también cumplen una función importante. Algunas investigaciones recientes han demostrado además que la infección por el virus del papiloma humano (VPH) puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de garganta, aunque no supone un riesgo tan importante como para otros tipos de cáncer, como el de cabeza o cuello. Una dieta alta en alimentos preparados y baja en frutas y verduras frescas puede asimismo aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de garganta.
Síntomas
Puesto que la laringe y la porción superior del esófago se hallan juntas, los síntomas que presentan los pacientes con cualquiera de estos tipos de cáncer son similares. Los síntomas más frecuentes incluyen un cambio de voz persistente (se vuelve ronca o áspera durante más de 3 semanas) o la dificultad para tragar alimentos (por lo general los sólidos antes que los líquidos). Entre otros síntomas se encuentran:
- Irritación de garganta
- Dolor de oídos persistente (especialmente si afecta solo a un oído)
- Respiración ruidosa o difícil
- Pérdida de peso involuntaria
- Tos con sangre
- Nódulos en el cuello
Diagnóstico
La mayor parte de los síntomas descritos anteriormente se producen como consecuencia de otras enfermedades benignas. No obstante, es importante que un especialista en cáncer de cabeza y cuello evalúe estos síntomas si se producen de manera persistente. Generalmente, la evaluación consistirá en la creación de un historial detallado por parte del facultativo y en una exploración de la boca, la garganta y el cuello en la consulta.
Los carcinomas de laringe y de la porción anterior del esófago son de difícil acceso, por lo que puede resultar necesaria una exploración más detallada mediante endoscopia y con anestesia general. Durante la endoscopia se pueden realizar biopsias de cualquier zona sospechosa para confirmar el diagnóstico. También pueden realizarse pruebas radiológicas de cuello y garganta, ya sea ecografía, tomografía axial computarizada (TAC) o resonancia magnética (RM), para identificar el tamaño y la extensión de cualquier tumor, así como la afectación de los nódulos linfáticos del cuello. Ningún análisis de sangre es capaz de diagnosticar un cáncer de laringe o hipofaringe, pero pueden realizarse como parte de las pruebas generales previas a una anestesia general.
Tratamiento
Las opciones de tratamiento de cualquier tumor dependen de distintos factores, como tamaño, ubicación, tipo y afectación de otras estructuras adyacentes. Los carcinomas de laringe y faringe no son una excepción a este respecto, por lo que cualquier tratamiento deberá personalizarse en función del paciente.
En líneas generales, los tumores de laringe en fase temprana pueden tratarse con cirugía o radioterapia. En los tumores de laringe o hipofaringe de tamaño ligeramente superior es frecuente utilizar una combinación de quimioterapia y radioterapia, mientras que en las fases muy avanzadas de la enfermedad lo más habitual es la extirpación quirúrgica.
Puesto que los tumores poseen características biológicas específicas en cada persona, estas pueden influir en la manera en que el cáncer se desarrolla. Los tratamientos con agentes biológicos actúan sobre estas características, deteniendo el crecimiento y la división de las células neoplásicas.
Los tratamientos de nueva generación, como las terapias fotodinámicas, la protonterapia y los fármacos que atacan al tumor a nivel molecular se utilizan con menor frecuencia, pero cada vez son más los ensayos clínicos sobre cáncer de cabeza y cuello que los incluyen en sus investigaciones.
Preguntas y respuestas sobre cáncer de garganta
¿Cuáles son los estadios del cáncer de garganta?
Como en todos los tipos de cáncer, los médicos dividen el cáncer de garganta en distintos grupos o estadios, sobre todo en función de cuán extendida esté la enfermedad y de la agresividad del tipo de tumor. Los estadios van desde el I (tumores pequeños, en fase temprana, que aún se asemejan al tejido del que proceden, también conocidos como bien diferenciados) hasta el IV (tumores de mayor tamaño, en fase más avanzada, que ya no se parecen al tejido normal – mal diferenciados).
¿Se extienden los carcinomas de laringe/faringe?
Por desgracia, si no se detectan de manera precoz, las células malignas pueden extenderse desde su ubicación primaria en la laringe o el esófago hasta las glándulas del cuello (nódulos linfáticos) e incluso a los pulmones o el hígado. El tratamiento del cáncer resulta más complicado cuando se ha extendido, de ahí la necesidad de intentar detectar la enfermedad cuanto antes.
Si me operan de la laringe, ¿podré volver a hablar?
Los tumores pequeños en las cuerdas vocales pueden extirparse sin tocar la estructura principal de la laringe. En este caso, se puede producir un cambio en la calidad de la voz, que puede resultar más ronca o áspera, pero esto por lo general no causa problemas. Si el tumor es de mayor tamaño, puede ser necesario extirpar la laringe en su totalidad (lo que se conoce como laringectomía). Aun en este caso, hay maneras de restaurar la voz mediante el uso de válvulas o dispositivos electrónicos. Sin embargo, esta voz será muy distinta de la voz habitual del individuo, y el resultado no tan predecible.
¿Podré tragar con normalidad?
La cirugía y la quimiorradioterapia pueden afectar a la capacidad de tragar de manera segura. Ello puede deberse a que el mecanismo que controla la función de tragar deje de funcionar adecuadamente o porque tras la quimiorradioterapia se produce una falta de saliva que reseca la garganta. A lo largo del tratamiento puede ser necesario colocar un pequeño tubo hasta el estómago a través de la nariz, que actúa como conducto para suministrar un suplemento de líquidos y para ingerir alimentos.
¿Tiene cura el cáncer de garganta?
Sí. A menos que el cáncer sea de gran tamaño e invada estructuras adyacentes que no puedan extirparse, o se haya extendido a otras zonas del cuerpo, el objetivo del tratamiento será siempre la cura de la enfermedad. Desgraciadamente, hasta los tumores más pequeños y que se extirpan totalmente pueden reproducirse más adelante, o puede desarrollarse un nuevo tipo de cáncer debido a la continua exposición a los factores de riesgo conocidos.
Si tengo cáncer de garganta, ¿qué sentido tiene que deje de fumar?
Por supuesto que lo tiene. Si continúa fumando, el tratamiento perderá eficacia y puede complicar la recuperación. Asimismo, seguir fumando aumenta el riesgo de recidiva o de desarrollar un nuevo tipo de cáncer en el futuro.
¿Hay algún ensayo en el que pueda participar?
Cada vez hay más ensayos clínicos en marcha que investigan cómo mejorar el diagnóstico y tratamiento del cáncer de cabeza y cuello, y existen pruebas suficientes de que los pacientes que participan en los ensayos clínicos han obtenido mejores resultados. Si alguien tiene interés en tomar parte en ensayos clínicos, deberá hablar con su médico, quien le asesorará acerca de sus posibilidades de participar.
¿Cuánto tiempo tendré que estar de baja después del tratamiento?
Depende de la duración del tratamiento necesario. En la cirugía de tumores pequeños puede ser suficiente con unas pocas semanas de baja. El tratamiento con radioterapia puede durar varias semanas y necesitar de un tiempo posterior de recuperación. La cirugía mayor o el tratamiento con quimioterapia y radioterapia pueden traducirse en varios meses de baja.